No acostumbro hacer de estas entradas un diario de mis idas y venidas, pero tratándose de libros no me importa hacer una excepción. Sobre todo porque si la tarde fue protagonizada por los libros la noche lo fue por los lugares y ambientes que dan escenario a muchas de mis últimas lecturas en el entorno de Jirón Quilca.
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Jirón Quilca |
La tarde empezó con la presentación del catálogo de la exposición de
Baldomero Pestana en Lima Photo con sus curadores, Fietta Jarque y Alejando Castellote, así como Andrea Vázquez, autora del documental
La Imagen reb/velada sobre la vida y obra de Baldomero y Carmen Rico y Antonio Polin, sobrinos de Baldomero y albaceas de su memoria.
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Fietta Jarque y Alejandro Castellote, |
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Andrea Vázquez directora de la Imagen Reb/velada |
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Carmen Rico y Antonio Polin, sobrinos de Baldomero Pastana |
Del Centro de la Imagen fui a la librería Virrey en el centro de Lima, uno de esos lugares donde perderse en sus estantes y en el que
Gabriel Ruíz conversó con Martín Roldan sobre su obra, y en especial el éxito de
Generación cochebomba, una novela ambientada en la Lima de los ochenta, y en particular el ambiente hostil y violento de aquellos años para los jóvenes que encontraron en el movimiento subte su refugio.
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Gabriel Ruíz y Martín Roldán en el Virrey del centro de Lima |
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Martín Roldán también hablo de su obra "Este amor no es para cobardes" sobre la barra alianciasta |
Después la noche paso a vivir algunos de los lugares que han servido y sirven para escenario, encuentro e inspiración de muchas de las mejores obras de la literatura peruana contemporánea, en concreto el bar de
Don Lucho en jirón Quilca, cuyas veredas se llenan de libros en el día y de lectores golfos y escritores aún más golfos de noche y el
Monarca en Guzmán Blanco.
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