Gran maravilla

Lo primero que llama la atención en los colibrís es su pequeño tamaño, su delicadeza y al tiempo la fuerza que desarrollan para mantenerse inmóviles en vuelo gracias al batir de sus alas.  Por el contrario, las ballenas impresionan por su grandeza, no sólo de tamaño, estar ante una ballena es sentir la inmensidad de la naturaleza, es entender lo chiquitos que somos los hombres, es simplemente mirar y callar, ante nosotros está un ser sobrenatural.
A Puerto López (Ecuador) llegan cada año las ballenas jorobadas a disfrutar de sus cálidas aguas para procrear, han viajado 8.000 kilometros desde las heladas aguas de la Antártida y pasarán cuatro meses junto a las costas ecuatorianas haciendo las delicias de los que se acercan a conocerlas. Las excursiones en bote salen a diario y están reguladas para evitar generar estrés a los cetáceos con su presencia, de forma que tan sólo pueden estar veintisiete minutos a su alrededor.
Nosotros encontramos una, junio aún es pronto y no estaba muy animada, tan sólo salio a respirar y dio un coletazo sobre las aguas para que la dejáramos en paz, cosa que por supuesto hicimos. Os dejo mi foto y para que disfrutéis de verdad las de un auténtico especialista: Bryant Austin:

http://www.studiocosmos.com/limited_editions.html

Ballena jorobada, Puerto López (Ecuador) 2015