Colores de Ilave

Las escenas callejeras tienen un gran poder de atracción, si además se desarrollan lejos de casa esa atracción se multiplica. Ilave está al sur de Puno a 3.850 metros de altitud, una naturaleza al tiempo generosa y exigente que condiciona la vida en ella.
La región de Puno bordea el lago Titikaka y es rica en una cultura que aúna el quechua, el aimara y la influencia virreinal española, presente principalmente a través de las múltiples muestras de arte renacentista y barroco. En Ilave se habla aimara, sus principales actividades son el campo y el comercio, y eso se aprecia en sus calles a través del tipo de productos que se venden en el mercado os domingos. Las mujeres usan sus trajes típicos a diario, mejor que lo describa un poeta, Mateo Jaika:

con vistoso mantón de manila, polleras de felpa, gros o chiflón de los más vistosos colores, sombrero honguito, colocado de lado, con tanta gracia sobre sus dos trenzas de negra cabellera; blusa de lino con mangas voladas orladas de primorosos encaje; botas de cabritilla de altos tacones aperillados y con borlas, y algo que hacía resaltar más su belleza eran sus largos pendientes de oro y platino tachonados de perlas orientales y sus anillos de rutilante pedrería multicolor

La elección del color en esta toma fue automática, a la colorista escena, en la que las mujeres del primer plan se intercambian el vaso para compartir la bebida, se suma el cielo de un azul de casi cuatro mil metros de altura.

Ilave (Perú) 2015