Chispas en el mercado

Los mercados son minas de oro para los fotógrafos. Son lugares llenos de vida en la que hay tres elementos básicos, vendedores, compradores y productos. Los vendedores son valores fijos en la ecuación con los que es muy fácil entenderse. Facilitan enormemente el trabajo fotográfico al ayudar a romper el hielo con los compradores y además suelen ser fuentes inagotables de información e historias que siempre enriquecen las imágenes.
Pero hoy no traigo ni compradores ni vendedores, hoy le toca al afilador, que con su piedra me va a ayudar a mostrar la diferencia entre procesar* o no la fotografía. Aquí dejo las dos, la primera tras ser reencuadrada y recibir algunos ajustes selectivos de luz, la segunda tal cual salió de la cámara. Son ajustes mínimos ya que la luz de la toma es bastante homogénea, pero sirven para realzar un poco la escena, en otra ocasión haré el mismo ejercicio con una foto con luces más extremas.
¿Qué os parece?
huancayo
Mercado de Huancayo (Perú) 2015
Misma imagen sin procesar. 
*Si tenéis interés en el procesado fotográfico aquí os dejo un artículo mucho más desarrollado escrito por Mónica Vidal.

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