El Día de la Mujer en el Penal de Chorrillos (Lima)

Las internas del Penal de Mujeres de Chorrillos Santa Mónica (Lima, Perú) celebraron por adelantado el Día Internacional de la Mujer invitando a las autoridades y miembros de la prensa a conocer sus logros en materia de formación ocupacional para su reinserción en la sociedad.

Momento de la celebración del Día Internacional de la Mujer en el patio del Penal de Mujeres de Chorrillos.

Entre el grupo de autoridades presentes se encontraban la Ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Marcela Huaita Alegre, y el vicepresidente del INPE (Instituto Nacional Penitenciario) Julio Magán Zeballos, que guiados por la directora de la institución, Marthinet Avila Salinas, tuvieron oportunidad de conocer y charlar con varias de las reclusas que exhibían sus trabajos con motivo de la celebración.

De izquida a derecha: Julio Magán Zeballos, vicepesidente del INPE (Instituto Nacional Penitenciario), Marcela Huaita Alegre, ministra de la Mujer y las Poblaciones Vulnerables y Marthinet Avilas Salinas, Directora del Penal de mujeres de Chorrillos Santa Mónica contemplan uno de los presentes realizado por las internas en pasta de papel.

La mañana pasó entre palabras, de la presas y de las autoridades, cánticos y bailes, y, posiblemente lo más importante, la oportunidad de las reclusas de romper por unas horas la monotonía de su rutina hablando con autoridades y periodistas y compartiendo así sus anhelos y problemas.

Las reclusas bailan saya, una danza híbrida de influencias africanas, españolas y aymaras, en versión landó frente a las autoridades.

Cinco internas que ya son abuelas también bailan en la celebración del Día internacional de la Mujer.

Vista general del patio durante la celebración.

Un grupo de mujeres hacen una exhibición de flamenco ante el estrado de las autoridades.

De esta forma, antes de que Julio Magán lo enfatizara en su discurso, Alexandra, interna por tráfico de droga y madre de Lía, una niña de un año y medio, pedía mayor flexibilidad y comprensión de las autoridades hacia las mujeres que tan sólo constituyen un 6% de la población reclusa (4.395 de un total de 72.661 presos repartidos en 67 cárceles, 12 de las cuales son de mujeres y 34 mixtas en pabellones diferenciados)  y cuyo número de reincidencias es mínimo.

Alexandra y su hija Lía de un año y medio de edad. 

Al igual que Alexandra la mayor parte de mujeres cumplen penas por delitos relacionados con el narcotráfico, una lacra de nuestra sociedad que Perú, al ser el mayor productor de cocaína del mundo, sufre especialmente.Igual que ella otras 33 mujeres de las 688 que constituyen el total de reclusas en Chorrillos son madres y viven con sus hijos. Pueden tenerlos hasta que cumplen los tres años en que son entregados a sus familiares y cuentan con una guardería y celdas individuales mientras están juntos.

Un grupo de madres con sus pequeños. Las madres pueden tener a sus hijo hasta que éstos cumplen los tres años de edad, cuando son entregados a sus familiares en el exterior.

Una de estas madres es Ana, española de Zaragoza que lleva presa ya dos años y tres meses. Ana, de 28 años, no se queja de su estado, perdió su trabajo de auxiliar en una residencia de ancianos y ante la falta de perspectiva terminó haciendo de correo.

Ana (28) de Zaragoza (España) y Jairo (2 años y 3 meses)

Su pena es alta, no se queja, define su estancia en prisión como estar en el colegio, pero teme por el futuro de su hijo Jairo, ya tiene más de dos años y cada día que pasa falta menos para que la separen de él. El padre de Jairo, Francisco, está en Lima y los visita con frecuencia, pero al carecer de trabajo teme que las autoridades no le permitan hacerse cargo de su hijo y lo entreguen a asuntos sociales. Ana pide ayuda para poder permitir que  Francisco y Jairo regrese a España y reinicien allí su vida.

En el Penal de Mujeres de Santa Mónica en Chorrillos, hay tantas madres y niños, 33, como extranjeras cumpliendo pena.

Ana es una de las cinco españolas que cumplen condena en Chorrillos, todas ellas por tráfico ilícito de drogas. Son parte de las 33 extranjeras de Santa Mónica. Marthinet Avila, la directora del penal es especialmente sensible hacia sus problemas al salir del penal. Ella explica como mientras están dentro procura al igual que con el resto de reclusas que sientan que no están prisioneras, sino encontrando las herramientas que les permitan reinsertarse en la sociedad a través de oportunidades laborales. Señala así con orgullo todas las actividades que las mujeres muestran en el patio, cocina, repostería, confección, diseño... y una de las más importantes que no está a la vista, la alfabetización.

Linda cepilla el cabello a Susana.

Libni aprende confección. Todas las prendas realizadas en Santa Mónica se comercializan en  dos puntos de venta llamados Paschi (gracias en quéchua) Uno de ellos en la Av. Nicolás de Piérola, cuadra 15 (Cercado de Lima) y en la Av. Abancay, edificio Anselmo Barreto 4º piso (Lima)

Cinthya muestra su obra en cerámica fría que representa todas las actividades de formación del penal así como a las formadoras y a la directora.

La Ministra de la Mujer y las Poblacione Vulnerables,  Marcela Huaita Alegre, conversa con  Sonia, interna en el Penal de Mujeres de Chorrillos, en el Día Internacional de la Mujer.

La Ministra de la Mujer y las Poblacione Vulnerables,  Marcela Huaita Alegre, conversa con una de las internas del Penal de Mujeres de Chorrillos sobre su trabajo y formación para la reinserción, en el Día Internacional de la Mujer.

Dos de las integrantes del taller de gastronomía muestran su trabajo.

También destaca la directora el acuerdo alcanzado con el Ministerio de Salud para dar atención médica a todas las internas. Pero reconoce la enorme dificultad que supone a las extranjeras su salida a la calle al tener que cumplir la sanción económica de su condena para poder salir de Perú (toda pena contempla una privación de libertad y una sanción económica) sin poder trabajar al carecer de permiso de residencia o trabajo. Las gestiones con las diferentes administraciones implicadas están ya abiertas, pero aunque avanzan, el progreso es lento y la realidad que encuentran estas mujeres al salir puede llegar a ser más dura que la que vivían en el interior de la penitenciaría.

 Marthinet Avilas Salinas (con flores) Directora del Penal de mujeres de Chorrillos Santa Mónica, junto a un grupo de internas y a una de las monitoras de los talleres de reinserción (a la izda. con cámara en la mano)

Marthinet lleva ya tres años al frente de Santa Mónica tras una dilatada carrera como psicóloga tanto en prisiones de mujeres como de hombres. Ella destaca la enorme solidaridad que existe entre las inquilinas de Chorrillos, sin ella, probablemente, sería difícil ver las sonrisas dibujadas en los rostros de estas mujeres que un día equivocaron su destino.

Maria Luisa espera seguir dedicándose al telar cuando salga de Santa Mónica dentro de tres años.