Los retos de la Arqueología

Un grupo de jóvenes arqueólogos compartieron con el público sus opiniones sobre la realidad de su disciplina en el Perú de nuestros días. Lo hicieron en la Sala Grau del Congreso de la República gracias a la invitación de la congresista aprista Luciana León y durante hora y media expusieron los puntos claves de lo que ha de ser la gestión arqueológica por parte de la administración peruana según su criterio. La inclusión social de las labores arqueológicas, la dedicación de los medios suficientes, tanto humanos como económicos, para la preservación del patrimonio arqueológico y una dedicación más plural de los ya existentes, fueron los temas clave de los cuatro científicos.

Julio Rodolfo Masías explicó como el ejercicio de la arqueología no puede ser ajeno a la realidad social de la población, una realidad muy compleja en Perú, donde muchas de las excavaciones se desarrollan junto a asentamientos humanos.
Julio Rodolfo Masías
Éstos son desarrollos urbanos más o menos improvisados que a partir de la nada alojan a familias procedentes de áreas deprimidas del país, el abastecimiento de agua y la gestión de los desagües se ven en ocasiones con el impedimento de la existencia de yacimientos, produciendo de esta forma una fuente de conflicto que perjudica ambas partes. Masías propone tener en cuenta las necesidades de estas comunidades para diseñar las prospecciones de forma que no perjudique la ya dura vida de estas familias y consiguiendo así vencer el recelo de las mismas hacia los arqueólogos, a los que en ocasiones reciben a pedradas.
Luis Huertas preside el Instituto de Investigación del Patrimonio Cultural de Chincha, junto a otros ocho arqueólogos, dependientes de la dirección desconcentrada de cultura de Ica, un número insuficiente para las necesidades de la región, tanto desde el punto de vista de la importancia de la cultura Chincha como de la extensión del territorio.
Luis Huertas
Huertas ilustró su ponencia con imágenes tomadas por él mismo en las que se evidenciaba el riesgo extremo que corre la riqueza cultural Chincha, enseñando, por ejemplo, una plantación de maíz (el maíz se planta como paso previo al cultivo de frutales) en el sitio de la excavación de un cementerio.
A continuación tomó la palabra Daniel Eduardo Cáceda, arqueólogo especialista en gestión pública, que mostró a través de una serie de gráficos y  estadísticas como se está manejando el presupuesto público en estos momentos y cuales son los proyectos más inmediatos.
Daniel Eduado Cácega
Su intervención fue especialmente crítica con el proyecto del nuevo Museo Nacional de Arqueología en Pachacamac, en Lurín, a 47 kilómetros del centro de Lima, el esfuerzo económico que implica su construcción, según su opinión, es difícilmente compatible con las dificultades por falta de medios con las que se encuentra la arqueología en Perú.
Maqueta del proyecto del Museo Nacional de Arqueología en el Museo de la Nación. 
Además, la concentración de gran parte de estos medios a las áreas de Machu Pichu y Caral hace que otras regiones de gran importancia y riqueza permanezcan en el olvido y con él en el riesgo de pérdida de su patrimonio. Cáceda señala que el 80% del turismo que ingresa en Perú lo hace por motivos culturales, y en concreto para visitar su pasado arqueológico, por ello, invertir en su conservación y estudio no es otra cosa más que generar fuentes de riqueza y porvenir al país.
Hernán Hurtado cerró el turno de intervenciones haciendo un resumen de lo expresado por sus colegas e incidiendo en la relevancia que tiene el estudio y conocimiento del pasado para el desarrollo del presente y del futuro.
Hernan Hurtado
Hurtado mantiene en su discurso la necesidad de una política firme por parte del Gobierno para que sucesos como los de el sitio de El Paraiso, en el distrito limeño de San Martín de Porres, en el que una de las pirámides fue destruida por la acción de informales (pobladores ilegales) y hoy luce abandonado, con plantaciones en su superficie y la presencia de chancherías, criaderos de cerdos.
El acto termino con la intervención de los asistentes, entre las que destacó la del veterano arqueólogo Aldo Bolaños que incidió en la importancia de desarrollar un tipo de arqueología de carácter inclusivo que tenga en cuenta las personas que habitan los entornos de los yacimientos.

Aldo Bolaños
Y para acabar no podían faltar las correspondientes fotografía de familia y selfies bajo la mirada atenta del almirante y héroe de la Patria Miguel Grau.


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