El Museo de Historia Natural

En el barrio de Jesús y María, casi centenario (se fundó en 1918) encontramos el Museo de Historia Natural  de Lima, vinculado a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Siento debilidad por los museos de ciencia, de pequeño me solían llevar al de Madrid fascinado por los gigantes esqueletos de los dinosaurios y las increíbles formas de los insectos. 

En aquella época no había paneles interactivos ni salas de experimentos, todo estaba expuesto en vitrinas de madera y cristal, así es todavía el Museo de de Historia Natura de Lima. No es grande, hablo de memoria al decir que no tendrá más de quince salas si llega; son además salas pequeñas con una representación de la fauna peruana, un pabellón independiente dedicado a los minerales y el jardín con algunas especies identificadas.

No soy ningún especialista en la materia, por eso me cuidaré muy mucho de juzgar ningún aspecto del museo y estoy seguro de que detrás de lo expuesto hay mucho trabajo, investigación y buenos proyectos. Sin embargo, la apariencia general es de falta de medios. Algunas de las piezas expuestas parecen proceder del mismo día de la inauguración del museo como si en estos años tan sólo hubieran adelgazado en su interior. Peces y reptiles presentan una aspecto que en vez de piel parecieran haber sido barnizados una y otra vez hasta homogeneizar su color y textura.

Sea como sea, la contemplación y estudio de la naturaleza nunca deja de sorprender y saber como eran los extintores en aquellos tiempos ¿qué tiempos? no lo sé, justifican más que de sobra la visita al museo.

Además, sus investigadores han desarrollado un gran trabajo en el ámbito de la investigación como el descubrimiento de la ballena asesina, un cetáceo prehistórico cuyos único restos fueron descubiertos den el desierto de Pisco. Ojalá el próximo centenario, además de años traiga presupuesto y apoyo para que el museo y sus investigadores consiga  los medios necesarios para ser el gran museo que puede y debe ser.