Una de leyes

¿Tasa Google o canon AEDE? autores, editores, dinero y ¿control de la red?

El Congreso de los Diputados ultima la aprobación de la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual en la que entre otros cambios se propone establecer una tasa que pagarían los agregadores de noticias en internet a los editores de prensa. La Asociación de la Prensa de Madrid ha reunido el pasado 29 de mayo a los protagonistas a los que afectaría la medida, agrgadores, editores, periodistas y entidad de gestión, en un encuentro para debatir la propuesta del Gobierno. 

La APM hizo un gran trabajo al reunir en la misma mesa a representantes de casi todas las partes implicadas, agregadores, en la persona de Benjamí Villoslada, socio fundador de Meneame.net, editores, representados por las dos grades asociaciones con posturas diferentes, José Gabriel González-Arias de la Asociación de Editores de Diarios Esapañoles (AEDE) y Carlos Astiz de Asociación Española de Editores de Publicaciones Periódicas (AEEPP), periodistas, con la propia presidenta de la APM Carmen Riego, Nemesio Rodriguez, secretario de la misma y Dardo Gómez, del Foro de Organizaciones de Periodistas (FOP) y finalmente Javier Díaz de Olarte, director del gabinete jurídico del Centro Español de Reproducciones Reprográficas (CEDRO) como representante de las entidades de gestión colectiva, encargada según el proyecto de reforma de recaudar la tasa. 
De izquierda a derecha: Carlos Astiz (AEEPP), Benjamí Villoslada (Meneame.net), Carmen del Riego (APM), Nemesio Rodríguez (APM/FAPE) Dardo Gómez (FOP), Javier Díaz de Olate (CEDRO) y José Gabriel González-Arias (AEDE)
También asistieron los representantes de los principales grupos políticos en el Congreso, pero al adelantar la hora de una de sus votaciones no pudieron más que hacer una rápida visita en la que cada uno expuso la posición fundamental de su grupo sin tiempo para debatirlas, por lo que lo único destacable a contar por mi parte es que compartieron taxi que pagó el diputado del PP según dijeron. 
De izquierda. a derecha: Montserrat Surroca i Comas (CiU), Chesús Yuste Cabello (Grupo de Izquierda Plural) Carmen Riego (APM), Teresa Alfageme (APM), Juan de Dios Ruano Gómez (PP) y José Andres Torres Mora (PSOE).
Antes de empezar, quiero dedicar mi primera reflexión hacia el propio colectivo de periodistas y fotógrafos, un colectivo hemofílico que se desangra (ha perdido más de ocho mil puestos de trabajo en los últimos años) y que constata a diario la falta de respeto hacia los derechos que sus obras generan,  y que, sin embargo, parece estar poco interesado por un tema como el que nos ocupa dada la escasa asistencia al encuentro. No creo que fuera la falta de esfuerzos de la APM en la publicidad del acto la responsable de esta aparente falta de interés, ya que si yo me enteré cualquiera pudo hacerlo. La asistencia, además, era libre y gratuita. Me inclino a creer que es un cocktel de dos ausencias: la de concienciación en torno a la importancia de los derechos de autor en nuestro sector y la de confianza en que podamos influir en decisiones que se juegan en un tablero que creemos fuera de nuestro alcance. En este sentido quizás no esté de más recordar que la inclusión de la fotografía como obra de autor en la redacción de la LPI en 1987 se logró gracias a las movilizaciones promovidas por la Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa (ANIGP).

Una vez hecha la autocrítica, paso a comentar los tres ejes principales sobre los que giró el encuentro aderezado por el informe no vinculante que la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC) presentó dos días antes y que toca dos de ellos en sus recomendaciones.

La modificación que afecta fundamentalmente a periodistas y editores al introducir una fórmula de compensación equitativa, la ya popularmente denominada tasa google, se desarrolla en el artículo 32 que se propone de la siguiente manera:
“Artículo 32. Citas y reseñas e ilustración con fines educativos o de investigación científica.”
                                                          [...]
2. La puesta a disposición del público por parte de prestadores de servicios electrónicos de agregación de contenidos de fragmentos no significativos de contenidos, divulgados en publicaciones periódicas o en sitios Web de actualización periódica y que tengan una finalidad informativa, de creación de opinión pública o de entretenimiento, no requerirá autorización, sin perjuicio del derecho del editor o, en su caso, de otros titulares de derechos a percibir una compensación equitativa. Este derecho será irrenunciable y se hará efectivo a través de las entidades de gestión de los derechos de propiedad intelectual. En cualquier caso, la puesta a disposición del público por terceros de cualquier imagen, obra fotográfica o mera fotografía divulgada en publicaciones periódicas o en sitios Web de actualización periódica estará sujeta a autorización."
Carlos Astiz (AEEPP)
Benjamí Villoslada (Meneame.net)
Ese término: 
IRRENUNCIABLE, que yo subrayo y pongo en negrita, es el nudo de las discrepancias. Para Carlos Astiz (AEEPP) hace inviable el nuevo modelo de red en el que se acentúa el control del gobierno, y Benjamí Villoslada va mucho más allá y se pregunta si no será ésta una medida fascista al permitir un "corporativismo total totalitario y una economía dirigista", la definición de fascismo que hace wikipedia. La coincidencia de la queja de ambos, un representante de editores (pequeños editores, más de 900 según afirman en su web)  y un agregador, Meneame lejos de ser el gigante goza de gran popularidad en nuestro país, es lógica si se piensa en el perjuicio que supone para ambas. Para lo editores porque al no poder renunciar los pequeños al cobro de la tasa en su nombre (luego hablaré de quien la cobra) no podrán disponer de la difusión que les proporciona el ser incluidos en sitios como Menéame donde compiten en igualdad de condiciones con los grandes, ya que elimina la posibilidad de que este tipo de servicios puedan seguir funcionando con aquellos medios que así lo autoricen. Benjamí destacaba en este sentido que al eliminar la cita corta se elimina la posibilidad de debatir, y con ella la libertad de expresión, otra de las características del fascismo, y preguntaba (y no de forma retórica, aunque así lo parecía por la falta de respuesta desde el otro lado de la mesa) porque no se incluía a facebook y twiter en la medida, que hacen exactamente lo mismo, abrir debate a partir de la reproducción de fragmentos de contenidos de diferentes procedencias.

El segundo subrayado corresponde al siguiente punto de desencuentro: ¿quién cobra la tasa? y justifica que Benjamí y Carlos se refieran a ella como el canon AEDE. El Gobierno propone que lo haga la entidad de gestión correspondiente, en este caso CEDRO. El entendimiento entre la misma y la asociación de editores de los grandes grupos, AEDE, receptora según los planes gubernamentales del montante, era palpable y su satisfacción parecía acorde a la intervención del representante del Partido Popular, que al hacer alusión al informe de la CNMC vino a decir algo así como "estamos en tiempos de hacer política, no informes". Precisamente el informe que he mencionado terminaba del siguiente modo:
No obstante, si se decidiese continuar con la medida, al menos se
recomienda i) modificar el carácter irrenunciable de la compensación y ii)
eliminar la reserva de actividad que se concede a las entidades de gestión
de derechos de propiedad intelectual. 
Y el mismo documento especifica previamente con respecto a esta reserva de actividad concedida a las entidades de gestión:
En este sentido podrían existir otras entidades, como asociaciones de prensa o
asociaciones de editores, que compitieran con las entidades que contempla el
Proyecto de Ley para la gestión de los derechos del editor y otros titulares de
derechos y la satisfacción de la compensación equitativa. 
Javier Díaz (CEDRO)
Es de justicia recoger los argumentos de la entidad que expresó en la mesa su representante, Javier Díaz, basado en la defensa de los titulares de los derechos de autor de la necesidad de regularizar y recordó los límites que la propia ley pone a la cita para ser "cita" y no pasar a ser "fragmento no significativo". No tengo en mi cuaderno anotado ninguna argumentación respecto a porque han de ser ellos los únicos que cobren frente a otras alternativas, como señala el informe de la CNMC, pero a si se escucho la sospecha de que no deja de ser una compensación por el cambio de modelo ante la sustitución del canon de copia privada por la aportación (mucho menor) a cuenta de los presupuestos del estado. No está de más recordar al llegar a este punto que otro de los grandes objetivos que aborda la reforma de la Ley es precisamente la regulación y control de unas entidades de gestión entre las que se encuentra una que todos recordamos su paso por los tribunales de sus representantes.

Y aquí enlazo precisamente con el tercer eje del encuentro, como repartir el dinero. Los representantes de los autores de los contenidos (periodistas y fotoperiodistas)  reclaman una parte de la tasa cobrada por CEDRO, o quien sea, a los editores agrupados en AEDE  reconociendoles como autores; y que lo haga reconociendo también la complejidad del producto editorial, en el que intervienen tanto editores y periodistas como ilustradores, maquetadores, informáticos, etc. Tanto Carmen Riego como Nemesio Rodríguez y Dardo Gómez destacaron el valor diferencial del periodista, literario o gráfico, el autor de los contenidos en definitiva, y como la reivindicación del derecho a cobrar las republicaciones viene de antiguo y no es diferente su pretensión ahora a las de las reivindicaciones que se hicieron a las empresas de clipping (y que finalmente acabaron ganando los editores siendo ellos los que impusieron en los tribunales el derecho a cobrar frente a los periodistas). Denuncia también Dardo la opacidad con la que se ha desarrollado y sigue haciéndolo la reforma y el hecho de que aún no hayan sido recibidos por ningún representante gubernamental o ministerial.
Nemesio Rodríguez (APM) 
Dardo Gómez (FOP)
Carmen Riego (APM)
Y del mismo modo que es justo darle la palabra al representante de CEDRO lo es ahora hacerlo al de AEDE y escuchar sus argumentos. José Gabriel González, director general de la asociación se apoya en los números para defender que ser los receptores de la tasa no es un privilegio  sino un beneficio para todos, al representar ellos en el sector un negocio de 1.700 millones de euros y ser generadores de 7.000 puestos de trabajo. Defiende igualmente la marca por encima del canal y como es la ésta la que da valor a sus contenidos y posibilita los mismos al poner sus medios de producción (empezando por los salarios de los periodistas) y su prestigio, que da acceso a personas y lugares.

José Gabriel González (AEDE)
No le gusta que los agregadores troceen sus productos y descontextualicen las informaciones al separarlas del resto de noticias y perder su posición bajo sus respectivas cabeceras. Presume, además, de que los componentes de AEDE son los generadores del 80% de las noticias que se generan en la red, y de reconocer los derechos de sus periodistas a través de sus nóminas y reafirma en el debate que las reivindicaciones de las asociaciones representativas de periodistas y fotoperiodistas corresponden al ámbito del derecho laboral y no al de los derechos de autor. Resume su posición en que no se oponen a que las empresas agregadoras continúen con su actividad sino que les parece que lo justo es que lo hagan pagando por los contenidos de los que se consideran como editores propietarios, y también creadores.

A estos tres ejes quiero yo sumar la que fue mi intervención en el debate (creo que voy a aprovecharme de ser el editor de este blog) que consistió en poner ante la mesa la problemática específica de los fotógrafos por la combinación de  tres prácticas ya habituales por parte de los grandes grupos de comunicación: tratar de imponer a sus colaboradores contratos de cesión a favor del grupo de todos los derechos de explotación en exclusiva (y con capacidad de cesión a terceros) a cambio del pago de una única publicación, convocar concursos desde sus cabeceras en las que establecen a través de las bases la apropiación de todos los derechos de explotación de las imágenes presentadas y la costumbre de acompañar las noticias con fotografías obtenidas de las redes sociales sin el conocimiento de sus autores. Mi intervención no estuvo motivada únicamente por que yo fuera fotógrafo, sino porque la reforma introduce un artículo 37,bis que regula las "obras huerfanas", de forma que si ya las obras con familia son usadas impunemente por medios grandes y pequeños, ahora ya encontrarán un nuevo argumento para seguir ahorrándose el dinero de las fotografías. La consecuencia de la conjunción de estas tres prácticas no es otra que la ya constatable destrucción de empleo y oportunidades profesionales en nuestro sector por una parte y el empobrecimiento de los contenidos fotográficos por otra, ya que los mejores profesionales se niegan a aceptar estas condiciones buscando tanto su futuro como su merecimiento fuera de España. Un empobrecimiento de producto que no probablemente no pueda tener una consecuencia diferente a la del desinterés paulatino del público, que buscara nuevas fórmulas para informarse , con o sin agregadores, y la consiguiente ruina de estos grandes grupos de la que no se libraran convirtiendo el kiosko en una tienda de menaje como han hecho hasta ahora.

Y ya que me he metido a editorialista en el párrafo anterior sigo un poco más con mi opinión.
Saca músculo la AEDE con sus cifras y su más que evidente entendimiento con el gobierno, un entendimiento al que los grandes medios nos tienen ya acostumbrados condicionando la información a un modelo político que nadie puede negar que ha sido cuestionado en el último encuentro con las urnas. Le falta al periodismo ese tipo de citas con recuento definitivo y reparto de escaños. Quizás si las tuviéramos nos llevaríamos alguna que otra sorpresa. Podríamos descubrir que, igual que los dos partidos mayoritarios no han conseguido ni alcanzar el 50% de los votos, la información que se consume en la red empieza a distanciarse de las grandes cabeceras. Que las más humildes empiezan a obtener el favor y la atención de un publico que premia su apuesta por la noticia y el periodista y no por el corta y pega habitual y la reproducción de los mensajes generados en sedes políticas.

¿Pretende el gobierno controlar la red, como afirma Benjamí, con esta reforma? ¿Un gobierno que detiene tuiteros? ¿Un gobierno que quiere controlar las imágenes de las actuaciones policiales en las manifestaciones legislando? ¿Qué pretendía responsabilizar a los convocantes de las manifestaciones de cualquier disturbio y sus consecuecias, fueran o no manifestantes? No, no creo que un gobierno así lo hiciera por lo que señala el fundador de Menéame, será si acaso por costumbre.

Y las cifras. Hemos oído al representante de AEDE presumir de dar empleo a 7.000 periodistas y ser generadores del 80% de las noticias que corren por la red. Hay otras cifras que también podríamos aportar, como la pérdida de más de 11.000 empleos y el cierre de 285 medios desde 2008 (noticia de la propia APM). E incluso podríamos buscar en la Bolsa de Valores más números que nos ayuden a saber si los gestores de estos grandes grupos hacen bien su trabajo. Tampoco ahí parecen aprobar. Busco y creo encontrar estas cifras: la acción que en 2004 salió al mercado por 15 € hoy está en torno a 2 € y la que empezó en 20,80 € se presenta al cierre de la edición de hoy a 0,36 €, por poner sólo dos casos, ambos con sus respectivos EREs en su historial. Vistos los números parece que la inclusión de la tasa que aparece en esta reforma más que un regalo a la AEDE, como dijo Carlos Astiz el representante de AEEPP, es una salvavidas a sus medios.

El encuentro desarrollado en la Asociación de la Prensa ha servido para tomar el pulso a cada una de las partes, pero dudo que las medidas estén definitivamente tomadas. En primer lugar no estaba en la mesa ningún representante de Google, diana involuntaria de la medida del que todos imaginamos que no estará tranquilamente sentado esperando que le vengan a acertar en su centro. No creo que sean equiparables Google y Menéame, si bien la primera es una empresa global con gran capacidad de acción, una de las que esta liderando los cambios tecnológicos en el mundo a la que la forma que adopte esta reforma legislativa apenas afectará, la segunda podría recibir como un torpedo en su base de flotación el artículo 32. 2 tal cual está planteado, y eso sería una perdida para todos. A mí, no lo oculto, me gusta Menéame y una fórmula que me ayudar a mantenerme informado. Puede que moleste a aquellos que les gusta que la información sólo fluya en una dirección, y estén fundadas las acusaciones de su fundador de pretender ejercer el control sobre la red. Por otra parte, el Gobierno no debría sino empezar a lanzar signos de empatía hacia una sociedad que le ha dado un serio aviso en las urnas y en la calle aumentan y radicalizan las protestas, aunque sólo fuera pensando en las próximas elecciones.

Yo no sé hacer previsiones, nunca he acertado en mis apuestas de futuro y si lo he hecho no he sabido sacar mayor rendimiento del acierto, pero lo que sí veo, por poner un indicio tonto, es a mis sobrinas enseñando a su abuela a usar la tablet, y ello me hace creer que  la red no se controla legislando, salvo en las dictaduras, claro.

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