Carta abierta a Don Miguel Zugaza, director del Museo del Prado
Exterior del Museo Nacional del Prado, Madrid |
Hoy mismo he ido a Correos a enviar esta carta que reproduzco a continuación:
Estimado señor Don Miguel Zugaza:
Me dirijo a usted como fotógrafo y como amante del arte. Lo hago para manifestar mi contrariedad con la actual reglamentación del museo que usted dirige con respecto a la toma de fotografías en su interior y expresarle los motivos de dicha contrariedad, solicitando, con todo respeto, la vuelta al anterior reglamento que sí permitía la realización de fotografías sin hacer uso del flash electrónico.
Como fotógrafo que soy, pocas cosas me son tan gratas como compartir la belleza y grandeza que el hombre es capaz de producir, así como sus valores positivos, y no son muchos los lugares donde encontrarlos de manera permanente. El Prado es, sin duda alguna, uno de esos lugares. Sus paredes no sólo alojan la belleza y maestría de sus obras, también las emociones de aquellos que nos acercamos a contemplarlas y admirarlas. Es, desde mi punto de vista, un lugar de paz y armonía que merece ser mostrado para que dichos valores puedan traspasar sus muros.
Prohibir sin más la toma de fotografías puede evitar que alguno de los grandes genios, presentes o futuros, de esta aún joven disciplina creativa, la fotografía, nos regale su punto de vista vinculado a su experiencia en el museo.
Desconozco las razones de la medida prohibitoria. No será la protección de los derechos de autor que habitan el museo, todos ellos fallecidos hace más de setenta años. Puede que sean motivos conservacionistas, pero la acción del obturador es incapaz por sí sola de producir ningún daño, y el flash, como ya he mencionado, se puede prohibir. ¿Será el derecho de imagen de los visitantes y empleados lo que se desea proteger? Eso ya lo hace la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, sobre protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, y cualquiera que tenga en la fotografía su pasión o profesión es ya muy consciente de ello. ¿Habrá acaso alguna exclusividad que preservar? Si es así, entiendo que será por motivos económicos, y de eso yo no entiendo. Pero sí entiendo del beneficio de la promoción globalizada, y que mejor forma de promoción que dejando que la experiencia de las miles, millones de visita, dé la vuelta al mundo una y otra vez a través de los medios tradicionales de comunicación o de las nuevas formas de relación virtual.
Resulta paradójico que al tiempo que el Museo Nacional del Prado restringe totalmente el empleo de cámaras en su interior, el otro gran templo del arte en nuestra ciudad, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía sí lo permita, cuando además, la inmensa mayoría de sus obras gozan aún de la protección de la Ley de Propiedad Intelectual. Quizás su homologo en el MNCARS sabría explicar si dicha medida “liberalizadora” de la imagen produce alguna alteración a la marcha normal del museo.
No le entretengo más, tan sólo agradecerle toda su atención y enviarle un cordial saludo.
Atentamente
Juanjo Fernández
Pd:- Hago público el contenido de esta carta y le ruego me permita hacerlo igualmente con su respuesta si la hubiera.
Hola Juanjo,
ResponderEliminarNo creo que sea un problema económico, la postal, si no la vas a comprar, da igual si te dejan o no fotografiarte frente a las Meninas. Totalmente de acuerdo en lo de que pierden una difusión diaria grandísima, porque la mayor parte de esas fotos acabarían en Internet en minutos.
En el Reina Sofía, una vez permitieron tomar fotos sin flash, al final tuvieron que prohibir en algunas salas las fotos, con o sin flash. Tan solo había que pararse en el Guernica cinco minutos para ver saltar decenas de flashes.
Luego está el tema de la educación y respeto hacia las personas que están viendo las obras, que pienso es a quiénes están destinados estos espacios. Intenta ver la Dama de Elche en el Arqueológico sin que se te meta alguien por medio a tomarse una foto.
Entiendo perfectamente tu queja, el Prado es un lugar donde cuesta resistirse :) de hecho, suelo ir casi todos los meses por allí y me salto la prohibición, pero me resultaría molesta la visita si aquello se llenase de gente tomando fotos.
Otra cosa es que no concedan ningún tipo de permiso, pienso que para eso deberían ser más abiertos.
Se me hace raro lo que acabo de escribir, porque yo también pasé años quejándome de esta prohibición.
Un saludo
Gracias por tu comentario Francisco, entiendo todos tus argumentos, la falta de educación de parte del público, en el Prado y en todos los museos y espacios expositivos obligaría a crear muchas más normas, como la de que un museo no es una cafetería y a no pasar entre las obras las personas que las están contemplando. Aún no he pasado por el arqueológico en su nueva apertura, pero recuerdo antes de su reapertura que era una visita bastante tranquila, apenas había gente, ojalá cuando termine el periodo de visitas gratuitas mantenga el flujo de público. El problema del Guernica me temo que es inevitable, no me parece mal la prohibición de las fotografías en su sala, ni me lo parecería en la sala de las Meninas o de la familia de Carlos IV, pero el Prado es mucho más que esas dos salas, y seguro que la fotografía no alteraría su paz. Está claro que el uso del flash ha de ser completamente evitado, pero creo que debe de haber fórmulas adecuadas para encontrar una solución que no sea una prohibición completa como la actual.
ResponderEliminarEn cualquier caso muchas gracias por tu opinión, un cordial saludo!
Coincido totalmente con Juanjo y discrepo con Francisco… amistosamente, por supuesto.
ResponderEliminarNo creo que sea una molestia, ni incluso aunque se permitiese con flash; no obstante, la solución para evitar el exceso de velocidad no es prohibir la conducción; sino el exceso de velocidad. Igualmente, creo que se entiende el símil. Tampoco creo que nadie deje de ver en un museo la obra original, porque la tenga accesible en internet. Sino que la obra en internet la hace accesible al quien es imposible viajar a todos los museos del mundo. Pero quien viene a Madrid y más aún cuanto más lejos, no dejará de pasar por el Prado. Poder hacer fotos además posibilita extender la cultura, en obras desarrolladas sobre el arte y la historia.
Yo sí que creo que es un problema económico. Yo pedí hacer unas fotografías de un sólo cuadro, para una obra sobre arte, y los precios para 30 - 60 minutos de trabajo (lo que me llevaría tomar unas 6 u 8 fotografías para elegir la idónea (una), eran prohibitivos. La solución, tomarla de los fondos del museo, con el correspondiente pago, elevado aunque posible, pero de crecimiento continuo según las sucesivas tiradas de la obra.
¿Por qué, si la constitución española me da libertad de catedra y publicación, no puedo acceder a fotografiar yo mismo la obra sobre la que quiero ejercer mi derecho y mi libertad y me obliga a pagar un canon continuo al museo?
La discusión sobre si fotografía si o fotografía no en los museos es universal. Tampoco creo que el problema sea económico partiendo de que puedes encontrar fotografías en alta resolución de todas las obras expuestas en internet, tampoco creo que sea el flash, por lo que he oído alguna vez a expertos en conservación, el flash daña de una manera inapreciable la obra, de todos modos en todos los sitios en que se prohíbe el flash pero no la foto, habría que poner un vigilante por cámara o móvil, porque o la gente pasa de la norma o no sabe quitar el flash. El tema real yo también creo que es la mala educación y la costumbre de querer salir con nuestras obras favoritas, lo que ahora es un selfie, y que es algo que con la cámara móvil se ha exponenciado. Esta gente molesta y además pone en peligro las obras. En el recién abierto museo arqueológico nacional sin duda prohibiría las fotografías, la gente hace auténticas barrabasadas para sacarse fotos, desde tocar las piezas hasta subirse a los pedestales de algunas piezas. Pero entiendo la frustración, no creo que la mayoría de las personas que les guste la fotografía quieran sacarse un foto con la obra o sacar simplemente una foto para el álbum de recuerdos de "un día en el museo"
ResponderEliminarBoro, insisto: ¿Es prohibir la conducción, la solución para el exceso de velocidad? ¿Por qué se debe prohibir el todo, por un problema con una parte? Sí creo que el problema es económico: si yo quiero publicar un libro de arte, tengo que comprar los derechos de reproducción de las fotos del fondo del museo, al propio museo; precio que lógicamente varía (y crece) en función de sucesivas ediciones, traducciones, etc.
EliminarEl Museo ha contestado a través de su cuenta de twiter:
ResponderEliminar"Museo del Prado @museodelprado 29 de abr.
@noconmisfotos @jofz66 Hola, no está permitido para evitar aglomeraciones que puedan perjudicar la calidad de la visita. Un saludo"
Agradezco sinceramente el hecho de que al responder demuestran que han tomado en consideración mi petición, pero no puedo estar de acuerdo con su argumentación. Por un lado las aglomeraciones ante las obras se producen de forma natural con las visitas guiadas de los grupos, que además siempre van a las mismas obras, las más populares, aquellas ante las que los visitantes menos conscientes de donde están intentan hacerse sus fotos de recuerdo ante ellas, Las Meninas, Los Fusilamientos, La Familia de Carlos IV, Las Majas...
Entendería que en algunas salas se prohibiera como se hace en el Reina Sofía en la que alberga el Guernica, pero como dice H.J.G. no se combate el exceso de velocidad prohibiendo la conducción.
Estoy completamente a favor de la abolición de los derechos de uso y copyright sobre este tipo de obras. Esto se está haciendo actualmente en varios museos y acabará llegando a España, aunque como en otras cosas vamos a tirón de lo que se hace normalmente en EEUU (digitalización y puesta a disposición gratuitamanete de los catálogos en la web, por ejemplo). Así creo que se ha liberado de derechos de uso todas las imagenes en el Getty de L.A. en la National Gallery de Washington y en Europa en el Rijksmuseum de Amsterdam y una vez que se comienza se extenderá como una mancha.
ResponderEliminarPara otro tipo de fotografías, imágenes ambiente u otras pues no se cual es la solución. En Grecia en el museo Nacional de Arqueología (hace unos años) se podían tomar fotografías pero no posar delante de las obras, me parecería lo perfecto, pero veías a algunas personas hacer todas las monerías del mundo para sacarse la fotito y a los guardias mirándoles con cara de "te crees que soy gilipollas" y la verdad es que molestaban. Es cierto que es un coñazo no poder tomar imágenes que vas a tomar sin molestar a nadie, pero en base a la misma comparación de la velocidad, que proponéis? multas a quien lo haga y discusiones con los vigilantes. Al museo le sale más a cuente prohibir las imágenes y que conste que a mi me fastidia, pero viendo el comportamiento va a peor me temo que es una norma que va a seguir vigente.
Gracias por tu respuesta Boro, es muy interesante todo lo que cuentas y enriquece la entrada con la información que aportas. No creo que la intención de H.J.C. e su analogía con la velocidad sea pensando en las penas por la infracción, sino en que simplemente no tiene sentido prohibir el todo por una parte, también creo que si el problema es lo molesto que resulta la falta de educación de parte del público todo esfuerzo en concienciarlo será poco. Se diseñan magníficas exposiciones y se las publicita para llevar al público dentro, pero cuanto más populares y éxito de público obtienen, más tortuosa resulta la visita, y lo de menos son las fotos (desde mi experiencia) tampoco sé como se podría hacer para que la gente entendiera que es visitar un museo, pero seguro que hay muchas cosas que hacer. Por ejemplo, la señalética de la entrada al museo es confusa, el icono de prohibición de fotos es el usado para prohibición del uso del flash, en los planos del museo podrían darse algunas indicaciones como por ejemplo mantener el volumen de las conversaciones adecuado. Respecto al tema de los derechos creo que deberían estar de acuerdo al uso que se le diera y diferenciar el uso personal, académico, comercial y publicitario, y que los dos primeros fueran gratuitos. Pero sí entiendo que es un tema complejo y que el museo puede argumentar las grandes inversiones que ha de hacer para su mantenimiento y los royalties son una fuente más, no seré yo el que se lo discuta, aunque sí me gustaría saber como se apoya jurídicamente sobre obras que se suponen libres por haber muerto sus autores hace más del plazo establecido por la LPI.
EliminarLa educación y la información es principal pero hay gente que no va dejar de ser maleducada porque se lo digan, en el Prado he visto a gente tocar los cuadros (un impulso irresistible) y hasta una vez apoyar un bolso en la mesa de los pecados capitales de el Bosco para buscar el móvil (esto no lo vi, me lo contó un vigilante de sala). Estos casos extremos son mínimos y supongo que son riesgos que el museo debe asumir. Sobre lo de retratarse con los cuadros se debe a lo que comentas el museo se ha convertido en objeto de consumo masivo y cada año tiene que superarse en número de visitas y esto incluye hacer creer a parte de la población que la visita a determinados museos y determinadas obras es imprescindible (aunque haya gente que sepa que la pintura , etc, no les interesan lo más mínimo). En esta situación la fotografía con la obra de turno es imprescindible.
ResponderEliminarA mi también me gustaría saber en que se basa el canon que un museo cobra por la reproducción de obras cuyos autores han muerto hace cientos de años. Supongo que a diferencia de los libros que se hacen para una reproducción "masiva" sin considerarse que existe un original único, el cuadro si tiene un original único y eso hace a su dueño (museo o coleccionista) propietario de sus derechos de reproducción, pero no dueño o gestor de la propiedad intelectual que estaría extinguida. Esto siempre para casos de reproducción de autores con el derecho de propiedad intelectual (derechos de autor) extiguido, para casos de autores con derechos vigentes creo que pertenece (el derecho de reproducción y otros) al autor o a sus herederos, pertenezca a quien pertenezca la obra. Vamos en estos casos el derecho de reproducción se distinguiría del derecho de autor, pero no se en que ley se apoya. En este artículo sobre La propiedad intelectual en los museo, se trata este tema aunque se refieren a setencias no españolas. La propiedad ordinaria (para casos de autores con derechos extinguidos) da derecho al propietaria a explotar económicamente sus bienes de la forma que considere conveniente. Esto debería desaparecer de los museos públicos. http://www.mcu.es/museos/docs/MC/MES/Rev04/Desde_Propiedad_intelectual_museos_R_Casas.pdf
Siento la parrafada, se me da muy mal abreviar.
Me gustan los comentarios largos :)
ResponderEliminarMe guardo el enlace en favoritos y lo leo con calma, me parece muy interesante y tengo ganas de hincarle el diente a los derechos en los museos, siempre me ha llamado mucho la atención y no hay mucha información disponible.
Gracias de nuevo.
He observado que fuera de España hay mucha más permisividad para realizar fotografías dentro de museos y monumentos de todo tipo. He tenido ocasión de realizar docenas de fotografías con plena libertad dentro del Metropolitan de Nueva York y algunas más en el Louvre y otros. En este último, la sala dedicada a la Gioconda era un jubileo, amable y también un tanto bochornoso, de turistas haciéndose "selfies" junto al rostro imperturbable de la Monna Lisa (eso sí, convenientemente blindada con cristales "anti todo"). La misma permisividad para obtener el deseado "yo estuve aquí" la he encontrado en numerosos y señeros monumentos civiles y religiosos en el extranjero.¿Por qué ese empeño restrictivo en nuestro país?
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