Ventana capicua II
Madrid, 2011. |
Hace ya tiempo que nadie se asoma para reclamar su capicúa, una bonita costumbre, abrir la ventana y mirar el número de visitas a ver si es capicúa y obtener como premio un buen día a compartir con el resto de vecinos. A mi me contagió y sigo atento a esa especie escurridiza que habita nuestras ciudades, ya publiqué uno hace algún tiempo, y aqui otro. Los hay por todas pares, no sólo matriculas y licencias de taxis, pero son especialistas en camuflaje, entrenad vuestra mirada para encotrarlos, hacedles una foto y yo las cuelgo aqui mismo.
Conste que sigo en guardia, pero tienes muchas visitas y los capicúas se escurren como agua en un cesto. Yo también chequeo las matrículas.
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