La ventana de Vicente.
Los domingos son días de prensa impresa, y de visita a Vicente, que siempre la sirve con una sonrisa desde su quiosco vallecano, un quiosco, que como todos los demás, ya parece más un menaje del hogar al que se le puede sacar buen provecho siguiendo lo consejos de Paco.
Hola Juanjo!, aquí pasando a saludarte, los quioscos son algo hermosos sin duda, a lo que veo, los quiscos no son muy diferentes en España de lo que son aquí en México, son pequeños lugares bellos que en ecasiones tienen buenas sorpresas. Ten mando un fuerte abrazo desde Monterrey México, hasta pronto!:D
ResponderEliminarQué alegría recibir tu visita, además uniniendo oceanos a través de los quioscos, y los quiosqueros, personas entrañables que conocen a todos los vecinos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo para ti también.
Un abrazo sincero a los kioskeros. Si madrugas ... ellos ya están allí, con las noticias, y con decenas de fascículos que nadie conoce a ningún comprador
ResponderEliminarY si se lo pides te los guardan, incluso la colección de dedales, y te consiguen los cupones de los periodicos que no lees para conseguir la batidora, y te cambian la película del sábando por el libro del domingo...
ResponderEliminarUn abrazo Judax
Un Bravo a los kioskeros de toda la vida, los que te hacen todo eso que dices JuanJo, no como los papeleros de aquí... Claro que las distribuidoras también tienen tela, parece que vivimos en el norte de África ¬¬
ResponderEliminarAunque cierto es que el Ayuntamiento de Palma se ha portado muy mal con los kioskeros:
hemos estado más de un año sin ellos y han hechado a la calle a esos viejos maravillosos (los arrendadores, no el Ayuntamiento).
Es una de las cosas por las que me gusta Madrid, esos kioskos de toda la vida ;D