Ventanas interiores (Tomar I)

Cerca de Alcobaça y Batalha se levantó en Tomar el Convento de Cristo, último refugio de los templarios. Un lugar cargado de historia y magia por aquello del misterio que rodea todo lo relacionado con estos caballeros que defendían la cruz con la espada y las riquezas de los cruzados con mimo, hasta el punto de acumular tanto poder que asustaron a los poderosos y acabaron en el éxilio y la hoguera.
El monasterio encadena un claustro tras otro, muestra de las diferentes ampliaciones y reformas que se llevaron a cabo con él, y permite al visitante extenuarse en su recorrido y desear que en algunas de las celdas de los monjes se hubieran olvidado una litera en la que descansar el tiempo que dura un te deum.