Ventana nocturna.
El final de las vacaciones se anuncia con un paseo nocturno junto al mar. Así como la barca nos quedamos colgados de la perspectiva de la vuelta y el recuerdo de los días pasados.
Tan bien estábamos, tan maravilloso nos pareció el sitio, que ni voy a poner como se llama, no vaya a ser que la avalancha de lectores que se agolpan al quicio de la ventana sigan nuestros pasos y lo conviertan en el Benidorm atlantico, aunque si alguno de los amigos tiene curiosidad ya se lo digo yo al oído.
Yo ya lo sé, jijiji. A ver si hay suerte y todo va bien y el verano que viene disfrutamos en vivo del gótico Manuelino.
ResponderEliminar12712. Es bonito y parece capicúa.
Marián.